miércoles, 13 de abril de 2011

X

Mi pintor de lunas eclipsadas
Pinchá la carne como un brujo encantado
Que encanta al sapo y lo convierte en carrozas de flores amarillas y naranjas...
En vías al castillo...de chocolate y luces de azúcar...
Empolvando y vaporizando la cena de dos amantes en plena lluvia
Todos
Cómplices del vino derramado en la mesa color cristal
Todos cantan al son del pájaro resplandeciente
Suenan las campanas...
Y una voz lejana...dice
Saca la carne del horno
Es hora de romper el encantamiento
Pero el sapo ya no es sapo
Al cumplirse las tres horas de cena
El sapo se convirtió en caracol
Y a todos resguarda en su casa adobada de caricias y besos
Todos quieren que sus antenitas se dirijan al mar
Para escuchar la música que les regala
Día y noche
Abrazarse y ser uno
Uno todos
Y decirse te amo
Todos... en armonía
Todos
En un arco iris...Regalado después de una cena
Brindan...entre arenas movedizas... besos....y caramelos
Y el caracol....dice: GRACIAS...
Hoy fue un día agotador.... pero bello
Bello como ayer....bello hoy...
Mañana qué seré…
¿Sapo, flores amarillas ó caracol?
No importa... pero sí hay algo de lo que estoy seguro
Mañana será más bello
Es lo que siempre me propongo
Y convertirme
Reciclarme
Si...
Mañana…con o sin encanto
Seré cielo
Mi propio cielo

X

Embrión de gritos
Estallan en mil pedazos
En blanco y negro
Tal vez sepia

Por que ya paso
Por que no me animé

Aborto de quejas
Energía mal gastada

Hacer rodar…
Mis piernas se cansan

Oscura, las calles se rompen
Tengo miedo

Deseo iluminar las veredas
Injustos animales…

Rugir, para pasar de canal
Humo que entra y sale.

Y después…
Después qué hay

Ojo biónico
Que no descansa

Cada vez más grietas
En mi cara

El tiempo no descansa
Cada vez…
Todo más rápido

No hay vuelta atrás
Todo es un ahora
En el ayer, en el hoy
En el mañana

Me canso
Quiero irme de acá

Rescatame ó
Rescato me

X

Había una vez, dos chicos que caminaban... solos. Hacían piruetas, se reían y aprendían de sus golpes en bicicleta... caminando, conociendo amigos y mirando el sol en chancletas.
Un día, por causalidad, se cruzaron... bailando entre luces de colores. Una fuerza de arco iris hizo que sus cuerpitos se acercaran. Ramón le dijo bajito, al oído... “hola mi nombre es Ramón ¿me darías un caramelo?".... Por que Ramón había visto que a Ricky le sobraban caramelos... los caramelos que a Ramón más le gustaban... Ramón esperaba ansioso el "si" de Ricky. Él saco de su bolsillo dos y se los dio. Ramón saltó de alegría y lo abrazo inesperadamente.
Bailaron en aquella plaza y se olvidaron del mundo entero... Compartían los caramelos siempre... se contaban chistes sobre jirafas y monos...y cada amanecer iban hasta la punta de la montaña a ver como el sol les decía buen día.
Ellos iban creciendo y con ello también sus flequillos...Un día cualquiera se dieron cuenta que habían pasado miles de días juntos, por caminos en forma de caracol y gusanitos de la selva. Miraron hacia el cielo y se dieron cuenta que estaban perdidos. Ramón se asustó y empezó a llorar, Ricky lo miró fijo y le dijo "Tenés que confiar, el camino está hecho para nosotros y nada nos va a pasar". Ramón cerró los ojos e imaginó la salida. En la llegada al pueblo más cercano, los esperaban duendes, hadas y monstruitos de azúcar con los brazos abiertos. Al abrir los ojos se encontraron nuevamente en la mirada serena de su compañero y le dijo " Tenemos que seguir caminando, grandes chocolatadas nos esperan".
Siguieron caminado y descansando, cada vez que podían.
Una mañana, iban silbando una canción, cuando de repente se encontraron con una brujita morena. Ella les sonrió y luego de una pausa exclamó " Cuánto se quieren, veo una linda foto ante mis ojos. Recorrerán cielos, tormentas, mares estelares... juntos. Construirán cabañas fuertes y trabajarán arduamente para construir ciudades donde todos compartan caramelos y vainillas." Ambos se reían y agradecían a la brujita de tres ojos. Ramón sacó de su bolsita una manzana y se la regaló, ella sacó de su delantal amarillo una brújula y dijo... “tomen esta brújula y caminen hacia donde el viento tiene sabor a pan... nada los detendrá si confían en su olfato.
Pasaron tres días y no llegaban hacia aquella ciudad que les esperaba hasta que a Ricky se le ocurrió una idea " Ramón, que te parece si empezamos a construir la ciudad justo acá. Al lado del lago vamos a poder criar animales. Ellos podrán tomar agua y nosotros darles pasto fresco. Cada amigo que pase por este camino podrá quedarse acá... por que construiremos carpitas donde dormir ¡Tendremos la ciudad aquí! “
Ramón sintió en su pecho que habían llegado a la ciudad y que solo restaba esperar que sus amigos terminaran de merendar para encontrarse con ellos dos... en aquel lugar... junto al lago.